El tenis de mesa, además de ser un deporte divertido, podría ser eficaz para combatir la enfermedad de Parkinson.
En un reportaje publicado ayer, elconfidencial.com de hace eco de un estudio llevado a cabo por científicos japoneses sobre las ventajas que presenta la práctica del tenis de mesa para combatir el párkinson.
En su investigación, miembros de la Universidad de Fukuoka (Japón) comprobaron que las personas con Parkinson que participaron en un programa de ejercicios de tenis de mesa, una vez a la semana durante seis meses, mostraron mejoría en sus síntomas.
Enfermedad de Parkinson
La enfermedad de Parkinson, también denominada mal de Parkinson, parkinsonismo idiopático, parálisis agitante o simplemente párkinson, es una enfermedad neurodegenerativa crónica caracterizada por bradicinesia (movimiento lento), rigidez (aumento del tono muscular), temblor y pérdida del control postural.
La enfermedad de Parkinson se clasifica con frecuencia como un trastorno del movimiento; sin embargo, también desencadena alteraciones en la función cognitiva, depresión, dolor y alteraciones en la función del sistema nervioso autónomo.
Mejoras significativas
«El ping-pong o tenis de mesa es una forma de ejercicio aeróbico que se ha demostrado en la población general que mejora la coordinación mano-ojo, agudiza los reflejos y estimula el cerebro», señala el autor del estudio, Ken-ichi Inoue, doctor de Medicina de la Universidad de Fukuoka, «Queríamos examinar si las personas con la enfermedad de Parkinson verían beneficios similares que, a su vez, pueden reducir algunos de sus síntomas».
Para ello, se tomaron 12 voluntarios, con una edad media de 73 años, con Parkinson de leve a moderado y que habían sido diagnosticados hace siete años, de media. Los participantes estuvieron jugando al ping-pong una vez a la semana durante seis meses. Durante cada sesión semanal de cinco horas, realizaron ejercicios de estiramientos y, poco después, practicaron tenis de mesa siguiendo las instrucciones de un jugador de ping-pong experimentado.
«Los resultados son alentadores porque muestran que el ping-pong puede mejorar algunos síntomas de la enfermedad de Parkinson»
Los síntomas del Parkinson de los voluntarios se evaluaron antes de comenzar el experimento, tras tres meses y al final del estudio. Los participantes experimentaron mejoras significativas en el habla, la escritura a mano, al vestirse, al levantarse de la cama (pasando de la necesidad de dos intentos a solo uno) y al caminar. Igualmente, los participantes del estudio experimentaron mejoría en la expresión facial, la postura, la rigidez, la lentitud de movimientos y los temblores en las manos. Eso sí, dos participantes sufrieron «efectos secundarios»: uno desarrolló dolor de espalda y otro se cayó.
«Aunque este estudio es pequeño, los resultados son alentadores porque muestran que el ping-pong, una forma relativamente barata de terapia, puede mejorar algunos síntomas de la enfermedad de Parkinson», añade Inoue a SciTechDaily. «Ahora estamos planeando un estudio mucho más amplio para confirmar estos hallazgos».
Os dejamos el enlace al artículo publicado por SticheDaily.com.